Con una mirada integral -y a la vez personal- de las chicas, las recibimos en un ambiente cálido y alegre, acompañando sus primeros pasos en el aprendizaje sistematizado y en el carisma de Jesús María.

Así como Claudina salió al encuentro con el otro, en Nivel Inicial buscamos generar un profundo sentido de pertenencia, cultivar amistades. Y en esta experiencia de socialización, compartir, asumir responsabilidades acordes a la edad, respetar reglas y favorecer una creciente autonomía.
Sabemos que para poder entender al otro, primero tenemos que conocernos y respetarnos a nosotros mismos. Por eso, nos proponemos identificar y buscar modos socialmente aceptados para expresar nuestras emociones básicas. Progresivamente iremos trabajando para ir incorporando otras y recorrer el camino que nos lleva a “ponernos” en el lugar del otro.

Es el eje primordial del nivel, donde se sustentan todas las propuestas. Consideramos al juego un propósito y también una metodología. Debido a esto, buscamos que cada una de las niñas desarrolle al máximo sus capacidades, aprendiendo lúdica y alegremente, fomentando la imaginación y creatividad.

Nos proponemos desarrollar habilidades que integren distintas áreas, trabajando en equipo y de la mano de profesionales empáticos que observan con atención los saberes que ya tienen las alumnas.
Buscamos brindar oportunidades de trabajo expresivo. Abordamos para ello no sólo situaciones relativas a la exploración de elementos del lenguaje plástico y propias del arte visual, sino también prestando atención al manejo del cuerpo y la comunicación oral y gestual.

Tanto desde la cotidianeidad como en encuentros sistemáticos, promovemos actitudes como el diálogo, la escucha, el amor hacia los demás y el acercamiento a Jesús Amigo y María, ejemplo de ternura y sostén.

A través de actividades desconectadas (desenchufadas o unplugged), donde se pone en juego el cuerpo en el espacio y con la introducción del uso de dispositivos, empezamos a acercarnos al desarrollo del pensamiento computacional y sus pilares. Se busca abordar distintas problemáticas dentro del ámbito de la sala, para ir más allá del uso de la tecnología.

Desde sus primeros pasos en el jardín, las niñas enriquecen la lengua materna incorporando a través del juego y la oralidad este segundo idioma. A partir de sala de 4 se fortalece el proyecto bilingüe.

Esta modalidad de trabajo ofrece propuestas a contraturno que promueven el potencial artístico, la imaginación y la libre expresión según las edades de las alumnas.